CUANDO LA REALIDAD SUPERA A LA FICCIÓN.

Nos encontramos en un mundo en el que no podemos negar que en innumerables ocasiones la realidad supero la ficción. Los avances tecnológicos han llegado a tal punto en el que no es de locos pensar que los ordenadores o maquinas algún día puedan tener su propia conciencia, pensar por ellas mismas. Del mismo modo, que mejor manera de simular estas ideas que en la gran pantalla. Tales ideas tan innovadoras son reflejadas en películas de ciencia ficción, o no tan ficción, como Trascendence, Yo, Robot, o Matrix entre otras.

En Matrix no solo se plantea la posibilidad de encontrarnos en un mundo falso sino como las maquinas pueden llegar al extremo de ser ellas las que nos controlen a nosotros. El argumento se encuentra en la situación en el que somos nosotros la fuente de energía de las maquinas y no al revés. Es aquí donde se empieza a reflejar esa inteligencia artificial. Podemos ver, aunque creamos que es imposible, como las maquinas experimentan emociones tales como el miedo, la rabia, venganza... siendo esto, hoy en día, algo imposible pero que en el fondo nos lo llegamos a plantear.

 Continuando cronológicamente con los films, encontramos Yo, ROBOT , historia futurista sobre una sociedad donde los robots están integrados en la vida cotidiana de las personas, realizando cualquier tarea o actividad. Los robots están programados para regir tres leyes, pero la cuestión se encuentra cuando uno de ellos es capaz de pensar por si solo, rompiendo tales leyes. Podemos observar día a día como la tecnología nos facilita nuestras tareas o nos ayuda en multitud de aspectos, pero es aquí donde debemos plantearnos si esas facilidades nos ayudan realmente o solo es un camino que nos vuelve cada vez más inútiles y nos conduce hacia nuestra propia destrucción. Existe esa incertidumbre en el que las maquinas pueden llegar a pensar por ellas mismas, tener conciencia o incluso emociones. 

Y por ultimo Trascendence vuelve a tratar el tema de la inteligencia artificial, la inmortalidad y las ansias de poder de la humanidad. Pero es en este film como las ideas concebidas anteriormente se ven invertidas cuando no es la maquina la que adquiere facultades humanas sino como un humano se convierte en una maquina. Es por esto por lo que la historia encuentra su problema a resolver, la unión entre las ilimitadas funciones de una maquina y la capacidad pensante de un ser humano pueden resultar un peligro para la civilización. Aunque centrándonos en los casos prácticos, si esta idea llega a ser realizada, las enfermedades o el envejecimiento serian reducidas. Además, el director también expone la idea sobre la inmortalidad, donde un soporte tecnología es capaz de hacer perdurar nuestra conciencia, consiguiendo así lo único que el ser humano aun no ha logrado obtener. 

Respecto a estos avances, hace relativamente poco se dio a conocer el programa "Eugene Goostman", un avance tecnológico que simula a un niño de 13 años gracias al método computacional. Pero la noticia no fue este gran avance, sino como supero el test Turing, una prueba que consiste en intentar no diferenciar a una maquina de un ser humano. El modo de superar esta prueba es lograr que al menos 30% de los interlocutores crean que manteniente una conversación, durante mínimo cinco minutos, con una persona. Esta prueba no había sido jamás superada, hasta el año pasado donde logro convencer al 33%. Esto es sin duda un gran avance para la inteligencia artificial, y es lógico pensar que tarde o temprano se lograra tales expectativas, pero la cuestión no es si se puede, sino si se debería.