Es innegable que la
tecnología cada vez ocupa mayor parte de nuestras vidas. En el 90% de las
acciones que realizamos nos coordinamos con esta para hacer de nuestras vidas
un lugar más sencillo. O quizás esa es solo la filosofía que nos hemos
creído, que nos han hecho creer con el mejor de los planes de marketing, quizás
realmente hayamos olvidado cómo vivir en un mundo sin tecnología. En cualquier
caso ese nos es el tema que nos ocupa; a continuación vamos a enseñaros la
influencia de la tecnología en algo tan humano, tan poco tecnológico, como son
las artes.
El término de “bellas
artes” se refiere a las principales formas de arte desarrolladas por la
idealización de la belleza y el buen uso de la técnica. Charles
Batteux, sería el primero que clasifico las artes en cinco campos (danza,
escultura, música, pintura y poesía), aunque luego añadió arquitectura y
elocuencia. Esa lista cambiaría con el tiempo, según diferentes autores quitaron
y añadieron aquellas que les parecían más apropiadas. Actualmente hablamos de
seis artes: pintura, escultura, arquitectura, música, danza y literatura.
Pero si simplificamos
toda esa palabrería, las artes son algo que el ser humano ha creado por su mero
disfrute. Creamos la cocina para alimentarnos, la economía para remunerar el
trabajo, la política para tener lideres que velen por nuestros intereses (o esa
es la idea), y así un largo etc. Pero que Mozart compusiera “Las bodas de Fígaro”, que Van Gogh
pintase “La noche estrellada” o que
Bernini tallase “El rapto de Proserpina”
no llevan a nada. No tienen ninguno objetivo más que hacernos disfrutar, no
tienen más valor que el que las personas les otorgamos al catalogarlas como
obras de arte.
Por eso decimos que las
artes es lo más humano a lo que se puede aspirar. Pero, si la tecnología
también está bajo el dominio humano, ¿por qué no mezclar ambas? Podemos ver la
huella dejada por el paso de la tecnología en las seis artes. Por ejemplo, si hablamos
de pintura podemos dirigir nuestra atención a Peter Zimmermann. Este alemán
crea sus obras mediante “las nuevas tecnologías para generar formas que después
son materializadas en resina sintética”. Simplificado: coloca colores claros y
oscuros y los deja mezclarse gracias a esta tecnología, sin tocar ni influir el
mismo en sus cuadros.
Si hablamos de música
lo tenemos fácil porque su propio nombre lo indica: música electrónica. La
definición como tal de esta música es “aquel tipo de música que emplea para su
producción e interpretación instrumentos electrónicos y tecnología
musical electrónica”. Blanco y en botella. Evidentemente las personas son
las que mezclan la música, las que deciden como crearla, pero la tecnología es
la base para ello.
En cuanto al resto de
artes tenemos robots que arman esculturas sin seguir ningún modelo previo,
bailarines que se mueven por patrones de luz y sensores de movimiento, casas
inteligentes para personas que no lo son tanto o como no los famosos libros
electrónicos que nos permiten llevar cientos de libros en un solo dispositivo.
No podemos cerrar los
ojos ante el hecho de que cada vez necesitamos más la tecnología. Solo nos
queda ver hasta donde llegara esta necesidad.
El arte siempre me ha gustado y creo que es la mejor forma que tenemos de expresar lo que pensamos. Por eso la aplicación de las nuevas tecnologías a las seis artes es lógico que se de y más aún en nuestra profesión. La publicidad y la creatividad están muy vinculadas y si no se diera esta unión, al final terminaríamos por acostumbrarnos al método tradicional y no valoraríamos el arte como tal. El cambio en la forma de trabajar se ha dado gracias a las NT y éstas han pasado a ser una primera necesidad en los países desarrollados. La publicidad nace por el capitalismo así que me parece muy interesante la innovación que supone unir tecnología y arte para fomentar la imaginación y creatividad en nuestras campañas. Sólo tenemos que pararnos a pensar en la cantidad de trabajos que hemos hecho este cuatrimestre en el grado de Publicidad y RRPP ya que sin ser todavía profesionales hemos tenido la necesidad de utilizar determinados programas y aplicaciones para llevarlos a cabo.
ResponderEliminar