A raíz de la prestigiosa serie de televisión Black Mirror, en el capítulo 15 millones de méritos, podemos encontrar el boceto de una futura realidad social en la que lo verdadero no existe, todo el mundo que se conoce es completamente etéreo y virtual, donde la publicidad está a sus anchas por todos los lados, irrumpiendo en la vida de la gente como un virus descontrolado del que no se puede huir, solo pagando por ello.
En este capítulo muestran un posible futuro donde ofrecen llenar tu vida a base de programas deshumanizados y denigrantes para las personas en los que las más absolutas humillaciones son la fábrica de carcajadas y pleno bienestar de su audiencia, una inmensa industria pornográfica que se encarga de aislar de los problemas y de la realidad a quién lo ve, sustituyendo la necesidad de nuestro ser sexual a base de más virtualización, y dónde la publicidad te deleita con infinidad de cosas inmateriales que puedes comprar para satisfacer a tu "yo" avatar.
Esta serie pone en manifiesto posibles situaciones futuras en las que se exageran los actuales problemas y abusos de las nuevas tecnologías en nuestra sociedad, mostrando como un mal uso de ellas pueden llevarnos hasta la más terrible cárcel de la realidad, dónde se pierde lo humano y todo está basado en un mundo virtual y tecnológico.
Actualmente, si miramos un poco a nuestro alrededor ya podemos reconocer algunos síntomas de este "posible" futuro inminente, viendo, por ejemplo, como las relaciones sociales a través del móvil de miles de personas se basan en una constante cercanía que irónicamente te mantiene en contacto con alguien que no puedes disfrutar personalmente, ya que se encuentra a kilómetros de ti, pero a la vez en tu propio bolsillo, haciendo de algunos una vida virtual, o como la publicidad, centrándonos en nuestro caso, nos invade por todos partes sin poder huir de ello, acribillándonos a mensajes que nos hacen sentir inferiores y desgraciados por no poder alcanzar esos productos idealizados que nos presentan.
Después de esto estaría bien plantearnos una pregunta, ¿cómo de real es todo lo que vivimos y experimentamos? Si hacemos mal uso de este arma, ¿dónde quedará lo humano?
Hoy en día vemos como la gente retroalimenta la identidad virtual que tiene en las redes sociales o en las nubes. De ese modo se ve cómo la preocupación por esa identidad inexistente físicamente está desvirtuando la que nos identifica realmente como personas. Por ese motivo creo que si seguimos a este ritmo la des humanización denigrante de la que se habla en Black mirror se va a dar no sólo en esta serie de televisión, sino en la realidad.
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